Bienvenidos un año más a los Cursos AEDEM de formación para editores, a los XI Cursos para ser exactos.
Para mí, como no puede ser de otra manera, es un orgullo y una satisfacción recibiros en estos Cursos por todo lo que significa.
Significa que seguimos un año más en la batalla, lo que huelga decir que no es poco.
Significa que seguimos teniendo interés por compartir nuestros conocimientos con los colegas y aprender otros nuevos de nuestros ponentes.
Significa que seguimos contando con la colaboración de excelentes doctos en las materias a impartir, cuya erudición nos ayudará a conseguir nuevos niveles de conocimiento y significa que AEDEM, nuestra Asociación, la de todos nosotros, sigue viva, como decía en la última Asamblea, y con un excelente estado de salud, gracias a todos vosotros y a la tarea incansable de nuestra Junta Directiva.
Ya decía en la referida Asamblea que corren tiempos muy difíciles para la propiedad intelectual, con el único atenuante de que llevamos ya mucho tiempo aguantando la agresión sin precedentes de la sociedad que nos rodea, lo que nos ha hecho aprender a sobrevivir aún en este escenario.
Corren tiempos muy difíciles porque ante el ataque continuo a nuestro “modus vivendi”, sin que nadie haya salido en nuestra defensa, se suma la ya casi aburrida existencia de una crisis general cuyas consecuencias para nosotros son, entre otras, que, si es posible, nadie va a pagar por usar nada que no es suyo si no es absolutamente necesario, es decir si no hay una legislación fuerte y actualizada que le obligue a hacerlo, cosa que seguimos sin tener.
Tiempos difíciles porque si lo anterior no fuese ya suficiente, la batalla establecida desde los medios de comunicación, principales deudores de derechos, tácitamente contemplada desde los organismos oficiales, segundos deudores, hace que la SGAE, en definitiva la sociedad de cuya actividad depende un buen tanto por ciento de nuestros ingresos, se vea continuamente cuestionada, atacada y malintencionadamente juzgada, lo que en última instancia ha calado muy hondo en la opinión pública del país.
Y ya para rematar el escenario, nos encontramos con que determinadas actitudes y acciones desde la propia SGAE vienen, en nuestra opinión, a alimentar ese caldo de cultivo, dejándonos en una situación en la que el día a día, ya de por sí difícil, se ve salpicado de miles de situaciones absurdas que nos enfrentan a nuestra sociedad cercana, haciendo aún más difícil nuestra tarea.
Con lo que, por encima de todo, debemos alegrarnos y felicitarnos por seguir vivos, con ganas, con ilusión por aprender y decididos a continuar por mucho tiempo.
Es hoy, por lo tanto, un día para la alegría y la satisfacción, porque nos volvemos a encontrar en el seno de AEDEM, la asociación que todos queremos, libre de compromisos externos que no sean los propios del interés de sus socios, una Asociación independiente, donde las haya, base de nuestro espíritu corporativo, y una asociación, no voy a decir necesaria, sino imprescindible para la defensa de los intereses de esa figura tan fácilmente olvidable por los demás gremios relacionados con nuestro mundo, como somos los editores independientes.
Pocos que no seamos nosotros mismos saben de la dificultad que implica nuestra profesión, tampoco nos importa demasiado, qué van a saber tantos y tantos de lo difícil que es mantener nuestras editoriales funcionando, de lo “fácil” que es quedarnos sin algunos de nuestros autores de siempre que por necesidad, nos tienen que volver la espalda a cambio de un suculento anticipo, aunque lo hagan convencidos de que nunca van a tener mejor socio de trabajo, o de mantener esa continua lucha por defender la legitimidad de nuestra profesión, tanto ante muchos miembros de la sociedad musical como ante el mundo hostil que nos rodea, y desde luego de la tarea de conseguir sobrevivir ante las dificultades que la pequeña y mediana empresa tiene en los tiempos actuales.
Por todo ello os damos la bienvenida con alegría, porque se demuestra, una vez más, nuestra fortaleza, que nuestro papel es fundamental en todos los ámbitos que queramos imaginar, laboral, político y social y que sin nosotros, sin nuestra colaboración, sin nuestro trabajo o sin nuestra crítica siempre edificante, aunque haya quien no lo quiera ver así, el escenario de la música de este país ya no se podría entender.
Y ya os anticipo que vamos a seguir en la línea marcada, para el mes de septiembre tenemos pensado organizar, en colaboración con SGAE, los “Cursos AEDEM – SSI de SGAE para editores” que realizaremos en las sedes de Madrid y Barcelona y que se verán complementados con el “Curso monográfico de Herramientas Digitales a través de Facebook”, y sé que lo haremos, y que lo haremos bien, por una razón, porque Teresa, ha aceptado una vez más llevar el timón de ese barco, lo que, sobra decir, es garantía de éxito.
Y no olvidemos que nuestros Cursos ya tienen su trascendencia, de hecho, sirvieron de inspiración y punto de arranque del Estudio de Mercado de la Edición Musical, primero que se hace en España, y que hoy nos presentará Pablo Hernández, Subdirector General y Director de los Servicios Jurídicos de SGAE:
Ya en este punto, quiero dar las gracias a todos los que nos han ayudado a llegar hasta aquí, SGAE, Fundación Autor, CEDRO, El Gremi y a todos los ponentes que, abandonando sus cargadísimas agendas, han aceptado acompañarnos estos días.
Toda la Junta Directiva ha trabajado para conseguir este reto, y se lo agradezco de corazón, así como (aunque sé que la desagrada que lo diga) a esa máquina de trabajo que es Teresa Alfonso, sin cuya colaboración os garantizo que no lo hubiésemos podido conseguir.
Todos los años hago referencia a que, en mi experiencia personal, he encontrado en la edición musical un mundo diferente a todos los demás que conozco, especialmente porque es aquel en el que se comparten conocimientos con absoluta libertad, donde preguntar nunca está mal visto, donde los que más saben son capaces de enseñarte todo lo que saben sin guardarse ases en la manga, eso es maravilloso, aprovechémonos de esa maravilla, estamos aquí no solamente para aprender que ya es importante, sino también para vernos, para contarnos nuestros éxitos y fracasos, nuestras inquietudes y preocupaciones y para recordar a todos que ser de AEDEM tiene sentido, es útil y además nos aporta un valor añadido a nuestra profesión.
Muchas gracias.
Carlos Martinez
Presidente AEDEM
